Importancia de la cadena de frío en vacunación

La cadena de frío es el sistema de normas y procedimientos de manejo y transporte de vacunas manteniéndolas a una temperatura específica y controlada, generalmente entre los 2°C y 8°C, desde el momento de su fabricación hasta su administración. Este sistema es crucial pues las vacunas son sensibles a la temperatura y el incumplimiento de mantener las temperaturas de la cadena de frío hará que las vacunas pierdan su eficacia y seguridad. La cadena de frío para la inmunización ha sido uno de los elementos clave para ampliar la prestación de servicios diarios de inmunización y permitir que más personas estén protegidas contra las enfermedades prevenibles mediante vacunación.

Fases en la cadena de frío:

Fabricación: Las vacunas se producen y almacenan a bajas temperaturas para garantizar su integridad y eficacia desde el inicio.
Transporte y distribución: Las vacunas se trasladan de la fabricación a centros de distribución a centros de administración utilizando contenedores aislados y termos junto con registradores de temperatura para asegurar la permanencia en la cadena de frío.
Almacenamiento: Las vacunas se mantienen en refrigeradores y congeladores especializados en centros de distribución y puntos de atención médica. El almacenamiento adecuado es esencial para prevenir la degradación de las vacunas.
Administración: Las vacunas se administran a los pacientes, garantizando que se mantengan en condiciones adecuadas hasta el último momento.

Vaxicare es un centro certificado por la Asociación Mexicana de Vacunología que sigue los procesos para mantener las vacunas dentro de la cadena de frío. Estas son algunas de las maneras en que administramos la cadena de frío:

Distribuidores autorizados: Todas las vacunas de nuestro centro de vacunación son adquiridas con distribuidores autorizados por COFEPRIS. Los distribuidores envían las vacunas en hieleras con termómetro y solo son recibidas si están dentro de la temperatura correcta.
Almacenamiento adecuado: Nuestros refrigeradores son de uso exclusivo para vacunas. Éstos están monitoreados constantemente para garantizar que se mantengan dentro de los rangos de temperatura adecuadas.
Control continuo de temperatura: Utilizamos sistemas de monitoreo contínuo de temperatura que registran y almacenan datos en tiempo real. Esto nos permite identificar y abordar cualquier desviación de temperatura de inmediato, minimizando el riesgo de dañar las vacunas.
Capacitación del personal: Nuestro personal está capacitado en la gestión de la cadena de frío. Conocen los protocolos de almacenamiento y manejo de las vacunas y son conscientes de la importancia de su papel en la preservación de la efectividad de las vacunas.
Cumplimiento de Regulaciones: Cumplimos con todas las regulaciones y pautas establecidas por las autoridades de salud, OMS y AMV. Esto garantiza que nuestras prácticas estén alineadas con los estándares más altos de calidad y seguridad.

Consecuencias de una cadena de frío deficiente

Pérdida de eficacia: Si las vacunas se almacenan o transportan a temperaturas incorrectas, pueden perder su inmunogenicidad, lo que reduce su eficacia en la inmunización.
Desperdicio de vacunas: Las vacunas dañadas deben desecharse, lo que resulta en un desperdicio de recursos y una menor disponibilidad de vacunas para la población.
Riesgo para la salud: La administración de vacunas ineficaces o dañadas puede dar una falsa sensación de seguridad y poner en riesgo la salud, ya que las personas pueden no estar adecuadamente protegidas contra enfermedades prevenibles.

La cadena de frío es una prioridad en Vaxicare ya que es un elemento esencial en la protección de la salud y en la prevención de enfermedades. Tenemos el compromiso con la preservación de la eficacia y seguridad de las vacunas. La cadena de frío es importante desde la fabricación hasta la administración en Vaxicare y es esencial para el cumplimiento de los programas de inmunización de los cuales somos parte.

Fuentes